"El cliente siempre tiene la razón" es una vieja máxima que no siempre es cierta, pero que cuando puede cumplirse puede crear usuarios fieles. Por ejemplo, en el restaurante Pandoro Pizzeria en Blackpool, Reino Unido se toman muy en serio lo de satisfacer a sus clientes. 

Y es que hace unos días les llegó un pedido de pizza que parecía uno cualquiera, hasta que leyeron la sección donde pueden dejarse "peticiones especiales". 

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"Ya... una solicitud realmente extraña, pero ¿les importaría llevarme un rollo de papel higiénico de repuesto de los baños del restaurante?", decía la nota del pedido. 

"Se nos acabó por completo y ahora he bebido alcohol, así que no puedo conducir a una tienda", explicaba el cliente, que prometía "una buena propina". 

Así que en el restaurante así lo hicieron, junto con la pizza entregaron un rollo de papel higiénico como el cliente había pedido. Solo que en realidad no era una urgencia real, sino una costumbre de Stephen Nightingale, de 39 años, fundador de Blackpool Takeout Reviews, una entidad que pretende poner en valor a los comercios locales. 

Y una forma de hacerlo es gastarles pequeñas bromas que luego se hacen virales, promocionándoles. 

"Una vez le pedí a alguien que llamara a la puerta y cantara el tema de la lotería del código postal para que mi esposa pensara que habíamos ganado", cuenta el bromista al Mirror.

"He pedido a los conductores que llamen a la puerta con códigos secretos: el panel superior derecho de vidrio dos veces, el inferior derecho tres veces y el buzón dos veces", dice divertido.

"Conseguí que uno cantara Vindaloo a través del buzón una noche cuando jugaba Inglaterra. Ha habido muchos", rememora el cliente, que siempre recompensa con propina y promoción del negocio.